Nava. Concejo de Nava. Comarca de la Sidra

- Nava y Comarca de la Sidra -


" Desde 1969, Nava es la capital de la Comarca de Sidra, celebrándose el Festival de  la Sidra "


Historia, qué ver y qué hacer en Nava

Historia de Nava


La historia de Nava nos lleva a tiempos prehistóricos, donde poblados en bosques y asentamientos en cavernas de la zona dan cuenta de la historia antigua de esta comarca asturiana. Han sido encontrados numerosos restos del paleolítico y megalítico y aunque no se ha realizar un estudio en profundidad se han hallado varias cazoletas y cruces esculpidas en el Alto del Espinadal.


Además de estos restos prehistóricos, se han encontrado un conjunto de elementos corresponden al final de la Edad de Bronce, que datan 2000 años antes de Cristo, localizados en Pruneda. Se trata de un conjunto de cuatro hachas de bronce.


En Nava, capital del concejo que lleva el mismo nombre, existen también rastros de antiguas fortificaciones. De este modo, se encuentran varios castros o fortificaciones cuyas edificaciones tienen planta circular y suelen ser prerrománicos: La Cogolla, Cesa, la parroquia de Cuenya, el Castiello de Salas, en Polanava, la Forcá, cerca de Vióbes, el Picu Castro etc...


Aunque ninguno de estos castros han sido aún estudiados arqueológicamente, por lo que su pasado y su interior es aún un misterio. Además de estos hallazgos, se han encontrado monedas y objetos cerámicos importantes en Ceceda y Fuensanta; y, además, los restos del balneario de Fuensanta, de posible uso en la época romana. En la actualidad, en Fuensanta, se encuentra una planta de embotellado de agua que recibe el nombre de Fuensanta.


En el periodo histórico como Alta Edad Media, periodo comprendido entre el siglo V y finales del siglo IX,  arqueológicamente se obtuvieron los restos prerrománicos de Santo Tomás de Priandi y del cementerio de Nava, además de una reocupación medieval del asentamiento, probablemente celta, de La Coroña Castru, en el límite con Cabranes y Piloña. Aquí os dejo un enlace con la investigación completa de La Coroña Castru.


El concejo de Nava en sí mismo surgirá en el siguiente periodo del medievo. Es en el siglo XIII cuando se comienza a mencionar a Nava en las crónicas de la época. De hecho no fue hasta el 22 de junio de 1270 cuando rey Alonso X el Sabio crea el instrumento fundacional de la puebla de Nava, a la que otorga el fuero de Benavente y el privilegio de un mercado semanal. Decir que la industriaL. Sin embargo, la llegada de la industria al concejo asturiano fue tardía por lo que la economía de la comarca se concentró en el sector alimentario y en la transformación de productos agrarios.


La Guerra Civil dejó gran huella en el concejo y toda la comarca. Tras el conflicto bélico y ya en la segunda mitad del siglo XX, la evolución del concejo de Nava continuó y acrecentó sus esfuerzos en el sector alimentario y la transformación de materias primas de este mismo sector productivo. Gracias a ello y a otros aspectos geopolíticos, Nava se convirtió en la capital asturiana de la sidra. Para conmemorar la tradición sidrera de la comarca y festejar los productos de la manzana se dedica el Festival de la Sidra desde 1969. Además, en Nava, existe el Museo de la Sidra en que se ofrecen visitas guidas para saber más de unos de los productos asturianos más famosos.

¿Qué ver en Nava?


Casco Histórico de Ribadesella


Camibnar por el Casco Histórico de Ribadesella / Ribadeseya será toda una maravilla. A día de hoy, es una zona restaurada y peatonalizada, cuya visita resulta muy cómoda. Esta villa a orilla del río Sella esconde auténticas joyas arquitectónicas como la Casa de los Ardines, el Palacio de Prieto Cutre o la Casona del Escudo.


El urbanismo riosellano se alza sobre una planta de corte medieval, en el que balcones en voladizo, galerías acristaladas, áticos con forma de buhardilla, o fachadas con escudos nobiliarios y soportales, salpican la villa marinera desde el siglo XVI.


La plaza de la iglesia parroquial de
Santa María Magdalena, es uno de los lugares más conocidos de este Casco Histórico y además, su interior está enriquecido con invaluables obras pictóricas. Por ejemplo,. destacan los cuatro murales pintados al fresco por los hermanos Bernardo, Celestino y Antonio Uría Aza, ubicados en las cuatro caras que rematan el crucero, y que son una clara alegoría a favor de la paz. Los hermanos Uría Aza representan a la Ribadesella de artistas e intelectuales, que tanta riqueza ha aportado al espíritu y fisonomía de esta villa ilustre y su concejo.


Por otro lado, el Casco Histórico riosellano es el escenario de uno de los
mercados semanales más antiguos de Asturias, ya que sus orígenes se remontan al siglo XIII, y nace casi al mismo tiempo que la propia villa. Cada miércoles los comerciantes y pequeños productores de la comarca ofrecen al público hortalizas, frutas de temporada, «fabes», castañas, avellanas y nueces, quesos, dulces de manzana, «pantrucos» o harina de maíz, ésta última indispensable para los tortos fritos y para la consistente «borona», hecha al horno y rellena de embutidos.


Toda una muestra de la riqueza gastronómica y cultural del oriente de Asturias.


La ermita de Guía


La ermita de Guía es uno de los emblemas de Ribadesella. Se puede llegar hasta ella por el Paseo de la Grúa y el camino escalonado o bien, o bien por otra senda que se encuentra muy cerca del Parque de la Atalaya, al fondo del Paseo del Muelle. Ambas opciones son maravillosas cuyo colofón es la ermita del Guía y las increíbles vistas del mar Cantábrico y su unión con el río Sella.


Desde aquí se disfrutan de las vistas  la playa de Santa Marina, el estuario, y las montañas próximas a la villa de Ribadesella/Ribeseya, con el pico Mofrechu como máxima cota. Y justo al otro lado de la playa, el monte Somos.

La playa de Santa Marina


Al otro lado de la ría, tras cruzar el puente, llegarás a la playa de Santa Marina. Evidentemente, no te puedes perder un paseo por la playa de Santa Marina, por su arena fina y su paseo salpicada con majestuosas residencias.


La playa, podría decirse que comienza en la Punta del Arenal, donde la ría del Sella traza su última curva antes de desembocar en el mar Cantábrico, y finaliza en la llamada Punta el Pozu, en el extremo más occidental de la playa, y donde se descubren huellas de dinosaurio. Por supuesto, la playa de Santa Marina es ideal para el baño, y para la práctica del surf, un auténtico espectáculo deportivo todo el año en este arenal.

La cueva del Tito Bustillo


Descubierta a mediados del siglo XX por un grupo de espeleología asturiana, Tito Bustillo, por sus pinturas, grabados y otros materiales investigados es un referente prehistórico de primer orden.

Además, se ha creado el
Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo, complementa este maravilloso entorno natural, donde podrás conocer toda la información existente sobre la Cueva, y disfrutar de todo tipo de actividades vinculadas con la Prehistoria, y muchas de ellas pensadas para los más pequeños de la familia, una estupenda opción para realizar planes con niños en Asturias.

Tanto la Cueva de Tito Bustillo - con un cupo diario limitado -, como la Cuevona de Ardines, y por supuesto el Centro de Arte son visitables, si bien es recomendable siempre la consulta previa de fechas y horarios.

¿Qué hacer en Nava?


La playa de Vega

La playa de Vega, situada al oeste de Ribadesella, es un enorme rincón agreste de arena fina, un lugar casi virgen para los enamorados de la naturaleza y los ecosistemas dunares de costa. Aunque en verano, registra la máxima afluencia de visitantes, es muy fácil encontrar un lugar para uno mismo y disfrutar de las sensaciones que los cinco sentidos recogen en este bello paraje.


Con los cambios de marea, las rocas emergen de la arena cuando se retira el agua y pueden aparecer curiosos minerales propios de la cuenca minera. Por ejemplo, el
espatoflúor de las inmediaciones es único en Europa en composición y tonalidades. También, propias de la mar cantábrica, están las corrientes marinas, que muchos días hacen peligroso el baño y otras veces lo permiten para disfrutar el doble. Por ello, es una playa muy transitada por surfers.  Bañarse en Vega es hacerlo en una de los recodos del litoral asturiano más abiertos al mar. Con algunas rachas de viento, siente la fuerza del spray salino. Una alternativa posible, si no hay baño, es ponerse a caminar por sus dos kilómetros de inmensidad, y embriagarnos de belleza natural.


Si caminamos hacia la punta Oeste, hasta el final mismo, descubrimos que a partir de allí la costa se vuelve escabrosa. En esa punta se inicia uno de los dos pedrales de Vega, el que tiene un aspecto más moreno y arisco, aparentemente estéril para otras vidas. El pedral del margen oriental de la playa conecta sin embargo con una morfología más conocida, acantilados bajos y playas de cantos rodados

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